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La asociación subraya que la creciente popularidad de las pantallas en los coches se ha convertido en un problema para toda la industria, ya que los conductores se distraen de la carretera para encontrar los elementos del menú que necesitan. Además, los fabricantes siguen instalando paneles táctiles por su bajo coste.
Según el documento, se espera que los fabricantes tengan que recuperar los mencionados interruptores físicos, pero es posible que la normativa se endurezca en el futuro.
